Todo comenzó una mañana típica en la que me preparaba para una reunión importante. Mientras me vestía, sentí esa conocida ansiedad por si tendría una fuga.
Me aseguré de llevar una bolsa con productos adicionales, pero la preocupación persistía. Fue en ese momento cuando recordé que mi amiga Ana me había hablado de las Bragas a Prueba de Fugas de Goothan Gold.
Decidí probarlas, aunque con cierto escepticismo.